Yo conocí a dos chicas de Paraguay, una que se hacía llamar Lili, que era un cañón de tía, 1.80 de altura, implicación total, una pena que ya no ejerza. Y otra chica masajista erótica, Cris, la conocí en el gabinete de Isabel Ruiz pero los últimos años ya ejercía sola. Un encanto de mujer, ha...