Esto es verdad
Y esto también
...
Estuve releyendo anoche este hilo del año pasado y la verdad es que se dijeron cosas muy ciertas y estoy muy de acuerdo con la mayoría de posts. Intentaré no repetirme mucho.
Volviendo a la pregunta que me formulé en este hilo ¿Nos odian? La respuesta es Sí, aunque yo creo que más que odio lo que sienten es desprecio, desdén e incluso asco más que odio como tal, al final el desprecio es peor que el odio. Esto lo sabe hasta la gente ajena a este mundillo.
Tampoco se puede generalizar, no todas las putas van a ser iguales y no todos los puteros son iguales, seguramente todos conoceremos casos de amistades entre profesionales y clientes, de puteros que se han llegado a enamorar y han sido correspondidos (No es lo más común pero seguro que ocurre, aunque también es cierto que algunas hacen tan bien su papel que no parece que estén actuando). Cuanto más atractivo seas más probable es que llegues a tener validación genuina por parte de una profesional. Por otra parte, cuando no hay la más mínima complicidad/química/feeling o como querais llamarlo, acabas masturbándote con el cuerpo de otra persona. Suena muy triste y deprimente pero es cierto en algunos casos. En más de una ocasión me ha pasado que he notado tanto mal rollo que lo único que quería era correrme de una puñetera vez e irme.
No me va a quitar el sueño lo que una miserable que voy a ver solo 30 minutos en mi vida piense o deje de pensar de mí siempre que se guarde esos pensamientos en su cabezita, el problema es cuando me lo hacen saber de manera descarada con comentarios hirientes, malas caras, malos gestos y borderías varias. Es triste como algo que debería ser tan estimulante, divertido, positivo e incluso "bonito" como es el sexo se puede convertir en una fuerza tan negativa y destructiva (Más de un asesino en serie o asesino múltiple se ha convertido en lo que es por traumas/disfunciones/frustraciones sexuales. Y más de un hombre se habrá suicidado por desengaños amorosos, sentirse solo y rechazado, etc). Pero bueno, lo que piense de mí una puta me debería de traer sin cuidado, otra cosa es lo que piense mi jefe o mi familia, por ejemplo.
Para ellas no creo que sea muy saludable psicológicamente hablando el meterse tantas pollas en el cuerpo. Después hay muchas que acaban odiando y aborreciendo a todos los hombres, incluso a los pobres hombres que nunca han contratado el servicio de una prostituta. Feministas radicales de la peor calaña como Valerie Solanas (Que llegó a abogar por el exterminio y esclavitud de todos los hombres) o Andrea Heinz (Una canadiense que suelta bilis extrema hacia los puteros y los hombres en general por Twitter, una red social bastante tóxica, por cierto) fueron "trabajadoras sexuales" antes de ser "activistas políticas" misándricas.
