Pues a pesar de la tardanza ahí van más detalles. La llamo por la mañana y me da cita para última hora de la tarde. Me dice que el precio por una hora es 200 euros, y que cuánto tiempo quiero. La conversación se lía un poco, el caso es que no concretamos tiempo, pero sí hora de comienzo. Queda en mandarme la dirección.
Como ya por la tarde no recibo mensajes suyos, la envío yo uno. Me da cita otra vez (a la misma hora, y no sé si sabiendo que ya estábamos citados: un poco raro, pero bueno). Un rato después me manda un mensaje y me dice que es en el Riscal.
A la hora acordada estoy allí, y concretamos piso y apartamento.
Entro (los estudios en cuestión imagino que los conocéis, y sino pues eso, estudios), y me recibe con un jersey como de lana negro y largo y aparentemente sin nada debajo. Me parece la chica de las fotos y me resulta atractiva, aunque no el bombonazo que aparenta. Nos saludamos, y me dice que me desnude. Hace un poco el tonto al desnudarse ella (medio baile y medio estriptis), y el caso es que ya me echa a la cama. (Sin pasar por el baño, sin pedirme el dinero y siin concretar el tiempo).
Directa a chupármela y antes de nada (y sin preguntar) me coloca un condón. Se coloca a mis pies de manera que no puedo tocarla, aunque meneo un poco para hacerlo ella no me da facilidades, y al revés, enseguida se me sube encima. Por si ritmo parece un polvo de 20 minutos, con lo que me mosqueo un poco, pero en faena. La chica está requeterrica y tocarla me quita ese mosqueo. Continúa sin cambiar de posición y a más ritmo (ya para mi mosqueo total, pensé: sólo falta que ahora me diga eso de Papi dame tu lechita ya). En los magreos se nota su edad (más de 30 seguro, y no sé cuántos más), no está dura, pero la verdad es que disfruté con el toqueteo. Corrida sin más gloria, y fin del capítulo erótico, ciertamente con bastante decepción, pues estaba dispuesto a pagar pero por algo bueno de verdad, que como os cuento no tuve.
A la hora de pagarla, primero mira el reloj, y me dice:hemos estado media hora; como que era así, yo sólo asentí; luego me pregunta: ¿cuánto te dije que era? Y Sin esperar respuesta me dice: dame 70. Setenta la di, me acompaño a la puerta y fin de la experiencia.
Para mí pues eso, sin pena ni gloria (más bien pena por las expectativas).
Y ahora algo fortísimo. Esto que os contado fue un viernes. Pues el sábado recibo un mensaje de su número, con su foto (tetas a la vista) y un texto publicitario: "reserva ya tu cita para el domingo por sólo 60 € la media hora" o algo así. Me dejó acojonado el cartelito (sólo faltaba que hubiera puesto: "después de lo de ayer, sigue con la fiesta y...", lo borré y ya.