Una hora con la madame de Casa Luna.... para morirse... de placer
Amigos, por fin he vuelto a yacer con mi musa rusa, la Luna que me ilumina el camino hacia el Valhalla… y con esta llevo ya ni sé cuantos paseos por su vereda… El de hoy ha sido excepcional, he roto la tradición y le pedí estar una hora conmigo. Y vive Dios que fue un acierto, porque la atracción que siento hacia ella, que sentimos, es tal que, salvo unos pocos minutos para recuperar el aliento, estuvimos practicando sexo durante 45 min. seguidos… y eso, con la zarina Luna, eso es mucha caña para un servidor. Pocas como ella, a estas alturas de la película, son capaces de mantener mi deseo en continua erección, dispuesto a servir de alimento a su sedienta boca, dispuesto a penetrar en el más angosto de los placeres… atento a cada movimiento, cada gesto, cada olor y cada sabor.
Luna me atiende a primera hora de la mañana ceñida en un espectacular corpiño de un vívido rojo con palabra de honor, que permite dejar ver sus hermosos hombros, brazos… y la caída del cuello más perfecto. Nos besamos en los labios, y tras presentarme un nuevo felino habitante de su morada, me lleva al dormitorio de arriba con baño interior.
Qué difícil fue seguir el guion previsto para la hora acordada… Nada de desnudarnos despacio, uno al otro, disfrutando poco a poco de la excitación que va creciendo… ¡qué va! nuestros continuos besos y magreos, las ganas mutuas de dejar al descubierto cada centímetro de piel, provocaron que nuestros ropajes cayeran en el olvido, alejados del escenario de pasión que acabábamos de inaugurar. En menos de lo que nos podíamos dar cuenta nuestros cuerpos yacían desnudos, recostados, abrazados, y con nuestros sexos despiertos y hambrientos de sí.
Primer round
Tras un rato reconociéndonos las bocas y los sabores, Luna comienza a hacerme una de sus mamadas de ensueño… wow… sin necesidad de preparar el terreno porque mi mástil estaba totalmente izado desde el minuto que sintió su presencia cercana. Cuando llega mi turno me como su coño con ganas… ¡qué bien sabe! Mi lengua compite con mis dedos en la búsqueda de los puntos de excitación de mi zarina.
En este primer cunnilingus Luna casi se corre por primera vez, pero ella quiere evitarlo y riéndose hace ademán de cambiar de postura. Seguimos con los abrazos y los morreos, besando su cuello, acariciando su pelo y mamando una leche imaginaria de sus turgentes pechos… En estas que me coge la polla y mientras nos morreamos y nos magreamos me la va pajeando. En la masturbación mutua cae rendida y tiene su primera corrida mientras mis dedos derribaban las defensas de su volcán…
Yo creo que llevaríamos 15 min cuando se la vuelve a ingeniar y me coloca el condón en una nueva mamada, de nuevo sin ser yo consciente de ello… Comenzamos con un misionero lleno de pasión y excitación, fundiéndonos en uno. Al poco la rusa se corre por segunda vez… pero yo sigo percutiendo ese coño empapado de jugos y sudor. Mi excitación va en aumento, y por una vez dejo de controlar la llegada del clímax, y me digo a mí mismo “¡qué coño! lleguemos hasta el final”, así que sigo con un mete-saca cada vez más intenso hasta que me derrito en el interior de la rubia… ¡y ella hace lo propio! Llegamos al Valhalla juntos ????.
Wow… con toda la libido descargada, Luna me quita el condón con delicadeza, limpia mi polla, y va un momento al baño a asearse. Comienza una conversación amable, como si hubiera terminado la sesión de placer; pero le recuerdo que reservé una hora y quería volver a intentarlo… Así que tranquilamente, sin prisas, en mitad de nuestra charla volvemos a tocarnos, besarnos y magrearnos. Esto no acababa más que comenzar…
Segundo round
Nueva mamada espectacular, garganta profunda, lamido del mástil, chupada de huevos… mientras que yo sigo acariciándole el coño que tiene siempre bien mojadito. Hacemos un 69 en el que tuve a mi merced todo un espectáculo de anatomía genital femenina para mi deleite. A continuación me coloca con la boca otra goma y se sube ahora encima mía para cabalgarme… Aquí yo me harté de moldear sus perfectos pechos y lamer y chupar sus pezones sonrosados… mientras que mis amplias manos acariciaban culo, caderas, y el sudor que caía por su espalda…
Le digo entonces que probemos a cuatro y ahí le doy bien fuerte, mientras Luna desbocada parece luchar contra su instinto multiorgásmico
. Coloco mis piernas en el exterior de sus caderas… intento que estire las rodillas para una penetración más horizontal pero ella se resiste, prefiere seguir a cuatro patas… así que, buscando el mejor roce de mi polla dentro de su coño, levanto mi pierna izquierda para seguir penetrándola semiarrodillado… ella gime demostrando su aprobación… y consigo que alcance el clímax ¡¡por cuarta vez!!
Me giro sin sacarla para la cuchara y me esmero en alcanzar la meta deseada sintiendo su cuerpo sudoroso pegado al mío, penetrando mi pollón lo más adentro posible en su húmedo coño, pero buscando con la inclinación adecuada sentir sus estrías rozar la piel de mi sexo… Al mismo tiempo que voy asomándome poco a poco a la puerta del placer, Luna gime y exclama cachonda que cuánto le gusta el sexo… sujeto sus pezones con mi manaza izquierda, apretándolos, juntando los senos entre sí… y así, sudorosos los dos, barritando como animales en celo, eyaculo en un estertor que dura varios segundos, dios…. Diosssss…. Sorprendente, porque ya no me debería quedar mucha leche. Fue sublime, como no podía ser de otra manera con una mujer de bandera, cómplice en las artes amatorias.
Sudados, satisfechos, nos quedamos tumbados en la cama. Ella coge pañuelitos para limpiarme y hablamos un poco de todo…
Bajamos al hall, un beso en los labios y nos despedimos hasta una próxima ocasión.