Amante2017
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Buenos días colegas de aventuras y desventuras,
Pensando, pensando... y analizando mi propio comportamiento os planteo el siguiente asunto. ¿Es posible que un putero ya no sea capaz de enamorarse o colarse por una mujer?
Os comento... yo siempre he sido muy enamoradizo, prácticamente desde que tengo uso de razón... e incluso teniendo pareja fija no he podido evitar el fijarme en otras mujeres... Mi primera etapa de putero transcurrió en un impasse entre novia y novia... a la postre terminé casándome y formando una famlia. Como ya os he comentado en otros hilos, el sexo era parte esencial de nuestra relación (y de hecho he tenido algunos de mis mejores polvos con mi mujer), hasta que comenzaron a llegar nuestros hijos y mi vida comenzó a parecerse más a la de un monje célibe... Así llegamos al día de hoy en el que ya llevo 5 años compaginando mi vida personal con salidas para visitar y disfrutar de profesionales del sexo. Afirmo y afirmaré siempre que esta "afición" está salvando mi matrimonio y mi vida personal. Pero bueno, como digo, siempre he sido enamoradizo, y aunque aún me siento muy atraído por diversidad de civiles (y putas), con las que tendría sexo sin dudarlo, tengo una especie de tranquilidad interior, una especie de "tranquilidad sexual", que por un lado satisface mis impulsos innatos de copular con mujeres y por otro evita ese sueño de iniciar una relación fija con otra mujer, es decir, es como si ya "no me enamorara"...
Es como si al conocer la poligamia (el acostarme con varias mujeres casi cuando quiera), al saber lo que es saborear pieles y bocas distintas, ya no exista dentro de mí el más mínimo deseo de darlo todo a una sola mujer... (adiós a la monogamia).
¿Le veis sentido a este razonamiento? ¿Experimentáis vosotros algo similar?
Añadiré, que, según esta teoría, un putero soltero difícilmente mantendrá en un futuro una relación estable (o no tan estable), salvo que desee formar una familia (tener hijos...), y un putero casado difícilmente tendrá una amante o querida...
Pensando, pensando... y analizando mi propio comportamiento os planteo el siguiente asunto. ¿Es posible que un putero ya no sea capaz de enamorarse o colarse por una mujer?
Os comento... yo siempre he sido muy enamoradizo, prácticamente desde que tengo uso de razón... e incluso teniendo pareja fija no he podido evitar el fijarme en otras mujeres... Mi primera etapa de putero transcurrió en un impasse entre novia y novia... a la postre terminé casándome y formando una famlia. Como ya os he comentado en otros hilos, el sexo era parte esencial de nuestra relación (y de hecho he tenido algunos de mis mejores polvos con mi mujer), hasta que comenzaron a llegar nuestros hijos y mi vida comenzó a parecerse más a la de un monje célibe... Así llegamos al día de hoy en el que ya llevo 5 años compaginando mi vida personal con salidas para visitar y disfrutar de profesionales del sexo. Afirmo y afirmaré siempre que esta "afición" está salvando mi matrimonio y mi vida personal. Pero bueno, como digo, siempre he sido enamoradizo, y aunque aún me siento muy atraído por diversidad de civiles (y putas), con las que tendría sexo sin dudarlo, tengo una especie de tranquilidad interior, una especie de "tranquilidad sexual", que por un lado satisface mis impulsos innatos de copular con mujeres y por otro evita ese sueño de iniciar una relación fija con otra mujer, es decir, es como si ya "no me enamorara"...
Es como si al conocer la poligamia (el acostarme con varias mujeres casi cuando quiera), al saber lo que es saborear pieles y bocas distintas, ya no exista dentro de mí el más mínimo deseo de darlo todo a una sola mujer... (adiós a la monogamia).
¿Le veis sentido a este razonamiento? ¿Experimentáis vosotros algo similar?
¿Cuál es la tendencia "natural": poligamia o monogamia?
Un aspecto realmente interesante de la sexualidad humana es el hecho de que en culturas muy diferentes, tomando como base la sexualidad o la actividad
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Añadiré, que, según esta teoría, un putero soltero difícilmente mantendrá en un futuro una relación estable (o no tan estable), salvo que desee formar una familia (tener hijos...), y un putero casado difícilmente tendrá una amante o querida...
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