Así que, siguiendo esta tónica... y para darle algo de vidilla a nuestro foro, paso a continuación a mostraros mi experiencia con esta diosa paraguaya, experiencia de hace ya un tiempo.
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Por fin lo consigo. Tras el enésimo whatsapp se me ocurre llamar a Pamelita esta mañana y me coge el teléfono (¡eureka!). Su voz es muy dulce y su hablar encantador... perfecto, quedamos en 45’, el tiempo justo para pasarme por casa e ir hacia la Avenida del Sabinar de Roquetas, en donde tiene su nido de amor. Seguiré el esquema de la plantilla, porque me permite centrar el desarrollo de la experiencia, una experiencia que he de decir ha sido muy buena, pues Pamelita se implica y es un encanto de chiquilla... y lo de chiquilla nunca mejor dicho, porque posiblemente ella sea una de las meretrices más jovenes con las que he estado.
Nombre "artístico": Pamelita y Barbie.
En Internet: En almeriax.com.
Nacionalidad: Paraguaya.
Edad: Muy joven, yo le echaría 20-21 años.
Dirección: Avenida del Sabinar en Roquetas de Mar.
Teléfono: 685195497.
Horario: Anuncia de 9 de la mañana a 1 de la madrugada.
Tarifas: Las habituales, 50 € media hora y 100 € la hora.
Fecha de la experiencia: Esta mañana, 22 de octubre de 2018.
Duración del servicio: 1 hora (100 €).
Descripción física: Una cara linda, de niña, ojos pequeños y pícaros, así como la sonrisa. Esbelta, delgada, 1 m 68 cm de altura, con varios tatuajes bien trabajados (como se aprecia en las fotos), y un par de piercings en el ombligo, Muy morena de piel, algo que contrasta con su pelo largo, liso, rubio. Este estaba húmedo, como si se hubiera duchado hacía poco. Pechos preciosos, de tamaño medio, con pezones muy oscuros, lo que quizás delate una probable ascendencia india.
¿Fuma?: No creo.
Vestimenta: Me atiende en lencería, creo recordar que negra, pero me fijé más en su cuerpazo y en su linda cara...
Ambientación: Edificio relativamente nuevo, muy discreto (muy fácil aparcar). Piso cuidado y habitación suficientemente amplia con una cama de matrimonio. Pamelita ya tenía algo de sudor (hmmm... cómo me pone eso, ya sabéis), y por eso puso un ventilador en un momento dado.
Tatuajes: Por supuesto, como podéis ver en las fotos. Preciosos, de colores, muy currados. Son una buena excusa para besar ciertas partes de su lindo cuerpo.
¿Da besos/morreos?: Aceptó mis besos con lengua y algún morreo que en ocasiones le propuse... pero no salía de ella iniciarlos... quizás en algún momento de fogosidad, al principio, se insinuaba con la boca entreabierta, pero en verdad no los buscaba.
Francés: Sin, con garganta profunda. Muy correcto, aunque sin ser excepcional.
Griego: No lo anuncia, y no creo que lo haga (una pena, con el culito que tiene...).
Fotos: Muy reales y diría que recientes, sobre todo porque coincide plenamente con su pelo actual.
Implicación: Su implicación es muy buena, es cariñosa, simpática, habladora si le sacas conversación... en ocasiones tienes la sensación de estar con una amiga que conoces de tiempo. En cuanto al sexo, la primera media hora dirías que está disfrutando tanto o más que tú... se deja tocar por todos lados, besar, magrear... pero al cabo de esa media hora, y sobre todo a partir de los 45’ la noté algo distinta, como cansada, como un poco exasperada por el hecho de que no sólo no me hubiera corrido aún, sino que mi miembro en un par de ocasiones bajase su intensidad y hubiera que volver a “animarlo” de nuevo. Me dio cosilla cuando en un momento dado, al ver ella que con sus mamadas “de reanimación” mi polla no se ponía bien dura, me pidiese casi perdón por no conseguirlo... pobre... Es que un hombre de 50 años es lo que tiene... aguanta lo que le eches, pero necesita que su polla se tome ciertos descansillos... para luego seguir a tope. La idea que le propuse de que me chupara los pezones mientras me la cascaba para ponerla de nuevo en su apogeo (que cuando lo está le parecía bien hermosa a Pamelita), funcionó muy bien.
¿Chica recomendable?: Por supuesto que sí. Es preciosa, tiene un cuerpazo super moreno, y es muy simpática y alegre.
¿Para repetir?: No lo descarto... aunque quizás le diría que media hora en esta ocasión, jajajaja...
Descripción de la experiencia: Sigo sus indicaciones, por teléfono y whatsapp, y llego a la hora convenida. Aparco delante de la puerta. Subo a su piso y sólo con ver lo guapa que es decido proponerle 1 hora de pasión. Paso al baño a lavarme mis partes tras desvestirme en el dormitorio. Persianas bajadas, algo de luz extra que emitía un reloj/lámpara... y enseguida me puse a acariciarla y besarla, pezones, cuerpo, cuello, hombros... labios. Como digo, no hubo morreos “de novia”, pero sí algunos besos delicados con lengua, mientras le cogía su linda carita. Era un placer chupar esos pezones morenos... tocar esos senos suaves, el culo, su coñito... pronto, al tumbarse ella, me puse a practicarle sexo oral, con suavidad pero muy completo... ¡qué bien sabe su sexo! Me decía que le encantaba sentir lo caliente que estaba mi boca, mi lengua... (¡es que yo estaba muy caliente!). Quería intentar que se corriera, pero aunque emitía gemidos de placer no lo conseguí. Algún beso que otro a sus hermosos muslos... mi barba le hacía cosquillas... Al poco le tocó a ella contraatacar... sus mamadas son profundas, al natural, con juegos con la lengua... muy correctas pero sin ningún toque especial (¿me estaré volviendo cada vez más exigente con tanta meretriz que estoy conociendo últimamente...?). Le propongo un 69 que disfruto mucho... pero en un momento dado, ella retira su sexo de mi cara, discretamente, pero entendí el mensaje... Más fellatio, y más caricias a su sexo caliente... llego a meterle dos dedos (volviendo a intentar que se me excite...). Le propongo que me chupe a mí también las tetas y me hace unos chupetones y juegos con lengua superexcitantes; los cuales pienso promover a partir de ahora; verla jugando con su lengua en mis tetitas, apreciando su linda cara de perfil, su hermoso cuello... hmm... son razones por las que vale la pena vivir (por muy sencillas que os puedan parecer). Como veis, yo soy más de detalles, de imágenes, de detalles erotizantes, más que de sexo salvaje o hardcore...
Pasamos a la cabalgada de mi amada paraguaya. ¡Qué vistas! ¡qué delicia de mujer! Luego las 20 uñas, seguida de un abrazo tipo cuchara para disfrutar bien del cuerpo de mi india. En estos comienzos los abrazos eran bastante pasionales. El misionero, sin embargo, no fue demasiado satisfactorio (últimamente no sé qué me pasa con esta postura, que no llega a satisfacerme del todo...). Vamos probando estas posturas durante varios minutos... Pamelita cada vez sudando más, y quizás cada vez más extrañada de la naturalidad con la que planteo posturas sin casi alterarme... sólo tras el misionero hubo un cierto afloje de “mi amiguita”, que volvió a su máximo esplendor tras alguna mamada de ayuda. Le propongo una cubanita con mamada... ella nunca la había hecho y tuvo un éxito relativo.
Entre posturas y demás, gastamos hasta tres preservativos... así no trae cuenta. A los 45’ me voy dando cuenta de que Pamelita comienza a desesperarse, no sólo porque no termino de correrme (me dice que un caso como el mío no lo recordaba... y a buen seguro que tiene experiencia a pesar de su extrema juventud), sino porque en alguna ocasión veía que recuperar la erección total de mi polla costaba quizás demasiado... pobrecilla... En verdad no tuve gatillazo ni por asomo (imposible con el pibón con el que estaba), es simplemente que tras tantos minutos y cambios posturales (precisamente con la intención de aguantar sin eyacular el máximo de tiempo) se pasan por fases más o menos erectas (al menos en mi caso y a mi edad).
Le propongo la postura del abrazo “de la osa”, es decir, los dos abrazados de frente, sentados en la cama; fue excitante y sudamos de lo lindo... pero no llegaba mi disparo de placer... Al final le propongo la cuchara para poder correrme finalmente (ya sabéis que es “mi postura”)... y aunque fue muy placentero... las relativas prisas con las que llegamos al filo de la hora no me permitieron disfrutar plenamente de mi orgasmo de hoy. Una pena. Pamelita tuvo el detalle (que no tuvo mi anterior “anfitriona”) de dejarse abrazar por mí un ratito... afortunadamente no hubo prisas al final (como me temía, dado que por lo visto apuré el tiempo...). Me reconoció que no estaba acostumbrada a coitos tan “interminables”... que en la mayoría de las ocasiones los clientes se corren a los pocos minutos, y se quedan para un masaje o una charla tranquila tomando alguna bebida... yo en cambio, hago sexo sin parar, cambiando de postura... y entiendo que no tiene por qué gustarle a todas esta forma de proceder...
En mi modesta opinión, a mi putita de hoy le faltó gestionar mejor 1 hora de servicio con un putero como yo, tranquilo, sin nervios, y nada precoz eyaculando... Así y todo, ¡un 10 para mi paraguaya!