Tenía que volver a verla, acariciar su piel aterciopelada, apretar su culo gustoso y esas hermosas tetas naturales… así que la semana pasada, en cuanto Luna me confirmó que Marianna venía por pocos díass, concerté una visita para la primera hora del lunes.
Llego puntual a la casa. Me abre la puerta Veronica (muchos encuentros últimamente con ella, no se me escapará la próxima vez…), alegre y simpática como siempre, y aparece Marianna, en bata y sin maquillar, pero hermosa como es ella, una zarina para amar
.
Estuvimos en el primer cuarto tras subir las escaleras. Acuerdo media hora, ella sale un momento, y me desnudo en la habitación. Luego paso por el baño, como es preceptivo. Y al regresar al dormitorio me la encuentro ya desnuda y sonriente. He de decir que su español es un tanto escaso aún, y preferimos comunicarnos en inglés.
Abrazados de rodillas en la cama, Marianna me besa el pecho, y comenzamos a acariciarnos, lentamente, con mucha ternura, abrazados… Acaricio sus hermosos pechos, chupo sus pezones… Hasta que me tumbo en la cama y comienza una mamada sin muy tierna. Al poco le digo que me toca a mí, y le hago un cunnilingus suave, por momentos más intenso… ella suspira y creo que disfruta, pero está muy lejos de excitarse del todo. Está depilada pero se notan las bases de los pelillos… no me importa, sus labios saben bien y disfruto de la fruta que me ofrece, en el mejor de los envoltorios.
Me enderezo, me acerco a ella, me enfunda la goma con la mano y la penetro. El misionero que realizamos fue excitante, como no puede ser de otra manera con una belleza así, con esa piel aterciopelada y esas curvas para perderse. Al empezar me dijo dulcemente “hug me” (abrázame)… ¡qué inesperado y qué tierno…! su abrazo fue muy sentido y noté una cierta conexión… Alterné el ritmo, suave al principio, con uno más enérgico que parecía excitar bastante a Marianna. Besé su cuello todo lo que quise, aunque mi sutil intento de besarle en los labios fue rápidamente rechazado (“I don’t kiss…”). En la lambada del mete-saca le apretaba de cuando en cuando el culo con las manos… hmm… esta rusita es un gustazo en verdad.
Paso su pierna izquierda por encima mía hacia la derecha y hacemos una primera cuchara que ella acepta de buen grado. El disfrute, la sensualidad, la excitación que me provoca esta mujer, me permite alcanzar momentos de excitación progresivos, muy, muy placenteros…
A continuación me pregunta que si hacemos “doggy”, y ahí doy rienda suelta a los bajos instintos de mi polla, que disfruta de las estrías del hermoso coño de la zarina. Me encanta apoyar mi mano sobre su cuello, hoy que con el pelo recogido puedo disfrutarlo tanto (aunque la melena suelta hubiera sido un plus… no quise ni insinuárselo… quería mantener el buen feeling conseguido). Observo nuestros cuerpos en el amplio espejo de la izquierda, y disfruto de cada visión de la zarina.
La dejo caer y así, penerándola desde atrás con sus pierna rectas noto aún más la presión de su coño alrededor de mi polla… sentir ese culo mientras lo froto rítmicamente con la pelvis a la vez que penetro su sexo me aproxima al punto de no retorno; pero como necesitaba magrear más ese cuerpo delicioso, me inclino para posicionarnos en cuchara, y así, aún no pudiendo besarla en la boca, si poder besar su cuello y sobre todo acariciar y apretar con mi manaza ese tetamen esculpido en el olimpo. Y así, sintiéndola muy adentro, y exprimiendo su pecho, solté toda mi leche en un estertor maravilloso, que una vez más me hizo sentir muy vivo y agradecido.
Caigo rendido, ella se queda a mi lado sonriente… Alguna caricia más y conversación fluida… Me dice de limpiarme y poco a poco nos vamos “desperezando”, me visto tranquilamente, sin prisas, con la media hora cumplida.
Me dice que regresará pronto, que está encantada con Irina… le digo que debe de ser como una madre para ellas, y asiente.
Se pone la bata y bajamos al hall. Allí seguía Veronica (a la que luego visitaría un compañero del foro ????) , y me despido con la promesa interior de que volveré a retozar con ambas… pero eso ya, el año que viene.
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