Confinado en Almería, y caliente como llevo todo este otoño (!), voy buscando una chica atractiva con la que pasar un buen rato, suspirando por las que veo por Roquetas y Aguadulce, y que no puedo catar... Me apetecen relativamente jóvenes, pero no termino de decidirme. Al final opto por Luna la colombiana, una meretriz que se anuncia a cara descubierta y que se me antoja elegante a la par de estar buenísima. Intenté quedar ayer, pero estuvo desconectada toda la mañana; al final ha sido hoy cuando he podido disfrutar de las mieles del triunfo. He aquí mi relato.
Fecha de la experiencia: Hoy 26 de noviembre de 2020 por la mañana.
Nombre/apodo: Luna (aunque en otras ciudades se anuncia con nombres diferentes).
En Internet: Yo la localicé en almeriax.
Nacionalidad: Colombiana.
Edad: Quizás veintiybastantes…
Descripción física: Lindísima india de exuberantes pechos, cintura de avispa y culo más que bien puesto. Estilizada, alta (no sabría decir, 1 m 70 y algo…), de elegante cuello. Pelo largo, liso, negro azabache, carita de india, ojos vivarachos… vamos, como la veis en las fotos. Pechos talla 120, algo desproporcionados para su delgadez, pero quizás sean naturales… al tacto desde luego lo parecen.
Fumadora: No.
Dirección: Avenida Cabo de Gata, por la zona del palmeral.
Aparcamiento: No es difícil encontrar aparcamiento por la zona.
Teléfono contacto: 604226381.
Tarifas aplicadas: Media hora 60€, una hora 100€. Yo estuve media hora, pero vale la pena para una hora.
Estado de las instalaciones/ambientación: Edificio que tiene ya unos años. Piso normalito, amplio. Dormitorio correcto, con cama grande. Luces tenues, pero no estuvimos a oscuras, lo suficiente como a mí me gusta (para ver más y mejor).
Atención tel., recepción y despedida: Te atiende por whatsapp, con todo lujo de detalles: servicios que ofrece y, cuando la cita está concertada, dirección. Al entrar en el piso me fijé enseguida en su linda carita de india y en ese pechamen tan sobresaliente… ni me fijé en la ropa que llevaba. Mientras tuvimos una conversación intrascendente en el dormitorio, se fue desnudando, y yo hice lo propio.
Servicios ofrecidos: Prácticamente todo, incluidos masajes, ducha, besos con lengua si hay higiene de por medio… y luego griego (que no descarto practicar con ella en una próxima ocasión) y otras cuestiones que a mí no me interesan, con suplemento de 30€.
Servicios reales: Los ofrecidos.
Fotos: Es ella, tal cual.
Experiencia: Quedamos por whatsapp, y, siguiendo sus instrucciones, me dirijo a su piso. Solo abrir la puerta me encuentro con una guapa india colombiana, alta, delgada, y con dos muy buenos atributos. Dudé de hecho en si contratar media o una hora, pero primó la prudencia. Dejo el móvil en modo avión (eso es básico si no queréis sustos… y a la hora de coartadas), y tras desnudarnos, acompañados de una conversación intrascendente, le voy dando besos por todo el cuerpo… Estimo que apreció mi natural aspecto aseado, y, al cabo, aceptó besos con lengua, aunque sin pasión desatada por su parte (tampoco voy a esperar eso en una primera cita…).
Se ofrece a hacerme una mamada, me limpia con un pañuelo y me hace una sin muy completa, garganta profunda, tierna, suave… como a mí y a mi “ausente prepucio” nos gusta
. Yo voy acariciando su delgada cintura, su culo monumental, acerco mis dedos a su sexo…
Al rato me toca a mí y le dedico mis mejores quehaceres linguales en su bello coño… se excita un poco, pero no conseguí que llegara al orgasmo, creo que es de las difíciles, aunque sus jadeos me ponían mucho. Su sexo sabe rico, está muy limpio y totalmente depilado, no te deja ninguna sorpresa ni olor inesperado, por lo que podría estar horas dedicado a uno de los mejores quehaceres que la naturaleza nos ofrece. El chupeteo y el estirar un poco sus labios vaginales parece que le gusta especialmente. Sus tiernos muslos aprietan mis orejas y pierdo el oído en más de una ocasión, mientras apuro la agudeza del resto de mis sentidos. No aguanto más, deseo comérmela a besos, pero soy prudente. Me acerco la beso en todo su cuerpo (qué pechos, qué globos, qué barbaridad)… otra con cosquillas en el cuello…
A continuación pasamos al lío. Me coloca un condón rojo, algo grueso quizás para mi gusto, pero como estaba en mi esplendor (
tienes una polla muy grande…), no me afectó lo más mínimo… y ahí estaba yo, con mi erecto falo rojo, entrando en sus entrañas en un misionero que me permitió apreciar lo que más me ha gustado de Luna: su piel… es tersa, suave y muy calentita, algo que echaba de menos de recientes encuentros puteriles. Entrar en ella y acariciarla es muy placentero, por el calor que emana, y más en estos días que comienzan a ser algo frescos. Sin embargo, el misionero no fue la posición más adecuada hoy… Pasamos a 4 a sugerencia suya… hmm… que clavadas, que culo, es de los culos que más placer da acariciar, por ese tacto tan femenino, suave, moldeable en mis grandes manazas… Estando así le propongo mi querida posición de la cuchara… no sabe lo que es pero se lo explico fácil, sin sacarla solo tuvimos que tumbarnos a un lado en la amplia cama. WOW!! Una de las mejores cucharas (salvando las de mis dos musas rusas) que he experimentado, por tener ese culo que abarca toda mi pelvis, esos pechos para perderse, y, por fin, besos con lengua con cierto punto pasional…
Me podría haber corrido así, prometía… pero yo quería seguir disfrutando de un cuerpo tan calentito… así que le propongo que se suba encima mía de espaldas (amazona invertida), y se eche para atrás (“perrito caliente” según el Kamasutra), para yo acariciar su cuerpo en toda su extensión (me pierdo con tanto pecho, oye)… sin embargo su peso y la necesidad de percutir con fuerza, me comenzaba a agotar…
La amazona abrazada (también denominada “la romántica” en el famoso libro del amor) fue la postura final, con la que llegué a un orgasmo tierno y muy buscado… Abrazados fuertemente, sintiendo esos enormes pechos sobre mi torso, ese culo magreado con mis manos… esa cintura, hasta que poco a poco voy sintiendo la llegada de ese puntillo que todos conocéis en donde la excitación va en aumento e intentas acentuar el vaivén de entrada y salida de la polla… Acaricio su cintura, su espalda (conseguí que empezara a sudar…)… aprecio ese olor y esa piel tan suaves…. ¡Qué india más linda por dios…! La corrida fue monumental… y los jadeos de Luna me hicieron ver que quizás con un poco más de confianza entre ambos se podría conseguir una corrida conjunta.
No es nada relojera, y estimo que estuvimos follando más de 20 min, pero siempre se me pasa comprobar la hora… En resumen, se trata de una chica preciosa, con un cuerpo escultural, amable, algo sumisa y tierna pero sin desatar pasiones. He disfrutado tanto que la tengo ya en mi agenda de repetibles.
Curiosidad: su compañera de piso es Valentina, una chica nueva a la que también le tenía echado el ojo, pero de la que dudé de que sus fotos fueran verdaderas. Luna me aseguró que sí lo eran… así que espero poder visitarla cuando regresen a Almería (me dice que quizás en enero…).
Puntuación media: Le doy hoy una nota de 8, que en un futuro espero suba si consigo que se me excite mucho más.
Recomendable: Absolutamente, sin la menor duda. Para repetir.
Y ahora las fotos, para que las disfrutéis ahora y siempre:
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