Volví a repetir con ella el miércoles. Una hora. El polvo más salvaje de mi vida.
Sobre lo de su agenda, ni mucho menos dice que queda con uno al día, pero se nota que no está sin descanso. Quedé con ella para una hora concreta, por temas personales me retrasé 30 minutos y no puso pegas, me quedé más tiempo del que me suelo quedar, una hora, y además se alargó la cosa hasta la hora y cuarto. Si tiene cola, no hace eso ni de coña.